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domingo, 29 de marzo de 2009

RECURSO NATURAL EN PELIGRO


EL AGUA COMO BIEN PÚBLICO Y NO COMO NEGOCIO DE LAS TRANSNACIONALES.

La falta de acceso al agua genera en casi todas las regiones del planeta diferentes tipos de confrontaciones. Las guerras del futuro serán cada vez más por el control del agua. Tesis ampliamente desarrollada durante el simposio "El agua: fuente de conflictos", realizado el primer viernes de marzo en Berna, Suiza.

El mismo fue convocado por la Coordinación Suiza "El agua como bien público" y organizado por la Alianza Sur -plataforma que reúne a seis de las más importantes ONG helvéticas de cooperación con el Sur.

Dicho simposio intentó relanzar la reflexión de la opinión pública nacional a sólo cuatro días de la apertura en Estambul, Turquía, del 5to Foro Mundial del Agua titulado "Conciliar las Divisiones por el Agua".

El "drama" del agua

"La conflictividad en el planeta a causa del agua tiende a agravarse con los actuales cambios climáticos", subraya Rosemarie Bär, una de las responsables de la Coordinación y representante de la misma al evento turco.

Bär anticipa señales alarmantes. El África subsahariana sufrirá una disminución del 20 % de su disponibilidad de agua de aquí al fin del siglo. Y a nivel planetario cerca de 70 importantes ríos están amenazados de secarse por los cambios climáticos y el exceso de consumo

Con esta perspectiva, los conflictos violentos en torno a este recurso vital seguirán aumentando.

En un escenario ya dramático donde 1.200 millones de personas en el planeta no cuentan hoy con agua potable y 4000 niños menores de 5 años mueren diariamente a causa de dicha situación.

Y donde el modelo predominante produce víctimas y cifras escalofriantes. La producción de 1 litro de bio-etanol (combustible vehicular) necesita cerca de 5000 litros de agua. Un tomate de Marruecos que será luego exportado necesita 13 litros virtuales de agua. Mientras que la producción de un vaso de jugo de naranja demanda 170 litros de agua, y una camiseta de algodón necesita 20 mil litros.

Al mismo tiempo, cada habitante suizo utiliza por día (cocina, higiene etc.) 160 litros de agua. Cifra que llega a 4000 litros por día si se calcula el agua empleada en los alimentos, productos y vestidos importados al país.

Agua, derecho humano fundamental

"El acceso al agua es un derecho humano fundamental. De su aplicación dependen prácticamente todos los otros derechos humanos esenciales", señala Bruno Riesen, responsable de campañas de Amnistía Internacional (AI) en Suiza.

Y si bien hoy se tiende a hablar constantemente de la crisis financiera, de la inestabilidad bancaria, de los graves problemas climáticos, "muchos olvidan que una parte esencial de los grandes problemas de futuro está ligada al agua", enfatiza.

En caso de persistir la actual tendencia, subraya el representante de AI, las previsiones son terribles. "Dos tercios de la población mundial, es decir más de 3.5 millones de personas, no contará con agua potable en el 2025".

La lógica predominante en la actualidad, explica Riesen, implica el desperdicio del vital líquido; el crecimiento desmedido del consumo de una parte pequeña de la población planetaria –en detrimento de la mayoría-; así como una producción agropecuaria que acapara el 70 % del consumo del agua a nivel planetario.

"Con el agravante que dicha producción está encaminada, por ejemplo, a los agro carburantes. Es decir a irrigar plantíos destinados luego a abastecer de combustible los vehículos de la población del norte", denuncia.

La responsabilidad de la ONU

Concepto marco con el que coincide la abogada portuguesa Catarina de Albuquerque, experta independiente sobre el agua potable del Consejo de los Derechos del Hombre de las Naciones Unidas, con sede en Ginebra.

El no respeto a ese derecho fundamental, "implícitamente reconocido por las Naciones Unidas cuando reconoce el derecho a mejorar las condiciones de vida", anticipa el riesgo de nuevos y mayores conflictos, señala Albuquerque.

Confrontaciones que "buscan controlar las fuentes de agua; o que conciben a éstas como instrumentos o blancos militares; en tanto que objetivos terroristas o incluso como medio de presión y chantaje entre naciones", explica.

De ahí que la resolución de los problemas del agua, "está ligada a una verdadera voluntad política de los diferentes actores y Estados", enfatiza Albuquerque .

Y de allí también, la responsabilidad y la importancia del sistema de "las Naciones Unidas, que con su diversidad de Estados miembros, de propuestas y actores, de preocupaciones en la diversidad, constituyen un verdadero milagro" y un marco esencial para resolver los problemas mundiales, entre ellos, el del agua, concluye.

Fuente: Sergio Ferrari
Telesurtv.net

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Poco importan nuestras creencias o nuestras ideas políticas, el sistema instituído reposa en el acuerdo tácito de un tipo de contrato aprobado por cada uno de nosotros que a grandes rasgos os expongo:
Acepto la competitividad como base de nuestro sistema, aunque soy consciente de que este funcionamiento engendra frustracion y cólera a la inmensa mayoría de los perdedores.
Acepto que me humillen o me exploten a condición de que se me permita humillar o explotar a otro que ocupe un lugar inferior en la pirámide social.
Acepto la exclusión social de los marginados, de los inadaptados y de los débiles porque considero que la carga que puede asumir la sociedad tiene sus límites.
Acepto remunerar a los bancos para que ellos inviertan mi sueldo a su conveniencia y que no me den ningún dividendo de sus gigantescas ganancias (ganancias que servirán para atracar a los países pobres, hecho que acepto implícitamente).
Acepto también que me descuenten una fuerte comisión por prestarme dinero, dinero que proviene exclusivamente de los otros clientes.Acepto que congelemos o tiremos toneladas de comida para que los cursos bursátiles no se derrumben, en vez de ofrecérsela a los necesitados y de permitir a algunos centenares de miles de personas no morir de hambre cada año.Acepto que sea ilegal poner fin a tu propia vida rápidamente, en cambio tolero que se haga lentamente inhalando o ingeriendo substancias tóxicas autorizadas por los gobiernos.
Acepto que se haga la guerra para así hacer reinar la paz.Acepto que en nombre de la paz, el primer gasto de los Estados sea el de defensa. Entonces acepto que los conflictos sean creados artificialmente para deshacerse del stock de armas y así permitir a la economía mundial seguir avanzando.
Acepto la hegemonía del petróleo en nuestra economía, aunque es una energía muy costosa y contaminante y estoy de acuerdo en impedir todo intento de sustitución si se desvelara que hemos descubierto un medio gratuíto e ilimitado de producir energía.
Acepto que sería nuestra perdición.Acepto que se condene el asesinato de otro humano, salvo que los gobiernos decreten que es un enemigo y me animen a matarlo.
Acepto que se divida la opinión pública creando unos partidos de derecha y izquierda que tendrán como pasatiempo la pelea entre ellos haciéndome creer que el sistema está avanzando.
Además acepto toda clase de división posible con tal que esas divisiones me permitan focalizar mi cólera hacia los enemigos designados cuando se agiten sus retratos ante mis ojos.
Acepto que el poder de fabricar la opinión pública, antes ostentado por las religiones, esté hoy en manos de hombres de negocios no elegidos democráticamente que son totalmente libres de controlar los Estados, porque estoy convencido del buen uso que harán con él.
Acepto que la idea de la felicidad se reduzca a la comodidad; el amor al sexo y la libertad a la satisfacción de todos los deseos, porque es lo que me repite la publicidad cada día. Cuanto más infeliz soy más consumo. Cumpliré mi papel contribuyendo al buen funcionamiento de nuestra economía.Acepto que el valor de una persona sea proporcional a su cuenta bancaria, que se aprecie su utilidad en función de su productividad y no de sus cualidades, y que sea excluído del sistema si no produce lo suficiente.
Acepto que se recompense cómodamente a los jugadores de football y a los actores y mucho menos a los profesores y los médicos encargados de la educación y de la salud de las futuras generaciones.
Acepto que se destierre de la sociedad a las personas mayores cuya experiencia podría sernos útil, pues, como somos la civilización más evolucionada del planeta (y sin duda del universo) sabemos que la experiencia ni se comparte ni se transmite.
Acepto que se me presenten noticias negativas y aterradoras del mundo todos los días, para que así pueda apreciar hasta qué punto nuestra situación es normal y cuánta suerte tengo de vivir en Occidente. Sé que mantener el miedo en nuestros espíritus sólo puede ser beneficioso para nosotros.
Acepto que los industriales, militares y jefes de Estado celebren reuniones regularmente para, sin consultarnos, tomar decisiones que comprometen el porvenir de la vida y del planeta.
Acepto consumir carne bovina tratada con hormonas sin que explícitamente se me avise.
Acepto que el cultivo de OGM (Organismos Genéticamente Modificados) se propague en el mundo entero, permitiendo así a las multinacionales agroalimentarias patentar seres vivos, almacenar ganancias considerables y tener bajo su yugo a la agricultura mundial.
Acepto que los bancos internacionales presten dinero a los países que quieren armarse y combatir, y que así elijan los que harán la guerra y los que no. Soy consciente de que es mejor financiar a los dos bandos para estar seguros de ganar dinero y prolongar los conflictos el mayor tiempo posible con el fin de poder totalmente arrebatar sus recursos si no pueden reembolsar sus préstamos.
Acepto que las multinacionales se abstengan de aplicar los progresos sociales de Occidente en los países desfavorecidos. Considerando que ya es una suerte para ellos que los hagan trabajar. Prefiero que se utilicen las leyes vigentes en estos países que permiten hacer trabajar a niños en condiciones inhumanas y precarias. En nombre de los derechos humanos y del cuidadano, no tenemos derecho ejercer injerencia.
Acepto que los laboratorios farmacéuticos y los industriales agroalimentarios vendan en los países desfavorecidos productos caducados o utilicen substancias cancerígenas prohibidas en Occidente.
Acepto que el resto del planeta, es decir cuatro mil milliones de individuos, pueda pensar de otro modo a condición de que no venga a expresar sus creencias en nuestra casa, y todavía menos a intentar explicar nuestra Historia con sus nociones filosóficas primitivas.Acepto la idea de que existen sólo dos posibilidades en la naturaleza, a saber: cazar o ser cazado, y si estamos dotados de una conciencia y de un lenguaje, ciertamente no es para escapar de esa dualidad, sino para justificar por qué actuamos de ese modo.
Acepto considerar nuestro pasado como una como una continuación ininterrumpida de conflictos, de conspiraciones políticas y de voluntades hegemónicas, pero sé que hoy todo esto ya no existe porque estamos en el summum de nuestra evolución, y porque las reglas que rigen nuestro mundo son la búsqueda de la felicidad y de la libertad para todos los pueblos, como lo oímos sin cesar en nuestros discursos políticos.
Acepto sin discutir y considero como verdades todas las teorías propuestas para la explicación de los misterios de nuestros orígenes.
Y acepto que la naturaleza haya podido dedicar millones de años para crear a un ser humano cuyo único pasatiempo es la destrucción de su propia especie en unos instantes.
Acepto la búsqueda del beneficio como fin supremo de la Humanidad y la acumulación de riqueza como realización de la vida humana.
Acepto la destrucción de los bosques, la casi desaparición de los peces en los ríos y en nuestros océanos. Acepto el aumento de la polución industrial y la dispersión de venenos químicos y de elementos radiactivos en la naturaleza.
Acepto la utilizacion de toda clase de aditivos químicos en mi alimentación, porque estoy convencido de que si se añaden es porque son útiles e inócuos.
Acepto la guerra económica que actúa con rigor sobre el planeta, aunque siento que nos lleva hacia una catástrofe sin precedentes.
Acepto esta situación, y supongo que no puedo hacer nada para cambiarla o mejorarla.Acepto ser tratado como ganado porque definitivamente pienso que no valgo más.

ACEPTO NO PLANTEAR NINGUNA CUESTIÓN, CERRAR LOS OJOS SOBRE TODO ESTO Y NO FORMULAR NINGUNA OPOSICIÓN VERDADERA, PORQUE ESTOY DEMASIADO OCUPADO POR MI VIDA Y MIS PREOCUPACIONES.INCLUSO ACEPTO DEFENDER A MUERTE ESTE CONTRATO SI USTED ME LO PIDE.ACEPTO PUES, EN MI ALMA Y CONCIENCIA Y DEFINITIVAMENTE ESTA MATRIZ TRISTE QUE USTED COLOCA DELANTE DE MIS OJOS PARA ABSTENERME DE VER LA REALIDAD DE LAS COSAS.

Sé que todos ustedes actúan por mi bien y el de todos, y por eso les doy las gracias.